La piel es la mediadora entre nuestro cuerpo y el mundo. Con ella sentimos el calor del sol o el de una caricia, el viento en nuestras manos o la textura de la ropa que nos viste. Es por cumplir este rol intermediario que debemos cuidarla y protegerla.
Para mantener una piel sana, es importante mantenerla limpia y humectada. Para ello, infinidad de productos circulan por el mercado. Estos, suelen ser onerosos y pueden resultar poco convenientes para nuestra salud y la del planeta, debido a la gran cantidad de químicos y conservantes nocivos que los componen. Preparar nuestro propio kit de limpieza y humectación es una buena alternativa para alivianar costos, elegir aromas y evitar químicos que resulten agresivos para nuestra piel y el medio ambiente.
Kit de limpieza y humectación
Ingredientes:
Harina de maíz.
Aceite de oliva.
Esencias o aceites esenciales de lavanda, rosa mosqueta, coco y jazmín.
Sal marina.
Una toalla suave.
Algodón.
Desmaquillante casero
El primer paso para mimar y cuidar la piel es mantenerla limpia. Para lograrlo, es importante que cada vez que utilices maquillaje, lo retires antes de irte a dormir. Una manera fácil y novedosa de hacerlo es utilizando aceite de oliva. Para ello, tenés que frotar suavemente y con tus propias manos unas gotitas de aceite de oliva sobre la piel de tu rostro, haciendo hincapié en aquellas zonas en las que haya más cantidad de maquillaje, como por ejemplo los párpados. Luego, con un trozo de algodón humedecido previamente con agua tibia y unas pocas gotas de aceite de lavanda, limpia tu rostro.
Exfoliante facial
Para obtenerlo, no necesitás más que una cucharada colmada de harina de maíz, mezclada con otra de aceite de oliva. Para que esta preparación sea más agradable a nuestros sentidos, se introducen unas gotas de esencia o aceite esencial de lavanda. Esta posee propiedades antisépticas y un reconfortante aroma. Luego, se aplica el exfoliente sobre el rostro y se masajea suavemente con los dedos, en forma circular. Prestar especial atención a aquellas zonas que se presenten más grasas, como el mentón, el entrecejo o la nariz y sus costados. Una vez terminado, se retira la mezcla utilizando una toalla humedecida con agua tibia.
Exfoliante corporal
En este caso, lo único que hay que hacer es unir sal marina con los aceite de lavanda y de rosa mosqueta, logrando una preparación que sea suficiente para poder aplicarla en todo el cuerpo. Además de las propiedades de las que goza el aceite de lavanda, este exfoliante casero aporta la frescura y las cualidades regeneradoras y rejuvenecedoras de la rosa mosqueta. Es importante que la piel esté limpia y seca antes de llevar a cabo la exfoliación. Ésta debe realizarse, como señaláramos más arriba, con movimientos circulares y suaves. En este caso, pies, rodillas y codos son algunas de las zonas que no debemos perder de vista.
Loción para el rostro
Si bien la exfoliación facial que te proponemos dista mucho de aquellos métodos agresivos que resecan y maltratan nuestra piel, es importante de todos modos hidratarla cada vez que la sometemos a estos tratamientos. Para ello, una receta efectiva es unir una cucharada colmada de aceite de coco junto a unas gotas de aceite de rosa mosqueta y otras de aceite de jazmín. La mezcla debe ser aplicada con pequeños toques sobre toda la piel del rostro y el cuello. De esta manera lograremos sentirla más relajada y suave, gracias a las propiedades del coco, y más hidratada; gentileza del jazmín.
Estas son algunas posibilidades artesanales a tener en cuenta a la hora de elegir productos de cosmética libres de nocivos químicos y conservantes, destinados al cuidado de la piel.
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